h1

Irán vota

marzo 23, 2012

La esperanza del cambio llega a Irán en forma de elecciones. Llega de forma tímida, pretendiendo escabullirse entre los dedos del que la oprime. No es fácil.

Tras las protestas y la posterior represión brutal del 2009, esta votación supone un punto de inflexión para medir el apoyo popular hacia Ahmadineyad. Sin opositores que se presenten (todos ellos vetados por la conjunción entre el líder supremo Ali Jameneí y el propio Ahmadineyad), el gobierno iraní llama a una alta participación para que el pueblo lave la imagen de sus tiranos. Las fuentes oficiales hablan de casi un 60% de seguimiento, mientras que periodistas locales y miembros de la oposición bajan la cifra hasta el 20%.

En la imagen, una mujer iraní espera en la cola para votar, acompañada por su hija. De entre la rigidez y el tradicionalismo aplastante que evocan las mujeres tapadas de pies a cabeza, se observa la cara de la niña transmitiendo toda su inocencia. El contraste es magnífico.

Si lo relacionamos con el titular de la noticia, la imagen sugiere la novedad que provoca un proceso, en teoría democrático, en el fortísimo régimen iraní. Es el rostro de la niña la inocencia, entre el impacto de los vestidos que al primer vistazo todos asociamos al machismo y a la fuerza de la religión y la tradición.  Es la imagen de como un país se abre con la ilusión de un niño a la esperanza de un giro hacia la democracia.

En lo referente a la composición del cuadro, las formas se agrupan en una estructura inducida por semejanza. Es así debido al color negro y las líneas horizontales de los vestidos de las mujeres.

El peso visual de esta foto esta en el rostro de la niña, es allí donde se dirige la mirada del espectador. Por ubicación no esta en el sitio de mayor importancia, pero el autor compensa esto con otros recursos como no sacar las caras de los demás personajes. Esto incide en el color y las formas, es decir, como solo vemos los vestidos (que ya culturalmente evocan rigidez y firmeza) y estos son negros con líneas verticales, el rostro claro y tranquilo de la niña se convierte en el centro de la imagen. La zona de mayor peso visual.

En definitiva, esta es la foto de dos generaciones: la presente y la futura. Una busca dejarle una tierra con mayor libertad a la más joven. Esta, aprende la importancia del voto. Puede que esa sea una lección que se nos esta olvidando en este Occidente nuestro tan civilizado.

Pablo Vázquez

Deja un comentario